El autor presenta
siete principios clave que considera ineludibles para la educación del futuro y que finalmente tienen el
objetivo de suscitar un debate entre los responsables de la educación para
desentrañar su propio pensamiento ante esta problemática. El texto pretende
exponer los problemas centrales que aún son ignorados u olvidados y que son
necesarios para enseñar en la actualidad.
Estos siete saberes fundamentales para la educación
del futuro -en mi opinión, ya del presente-, deben estar vigentes en toda
sociedad y cultura, indiscutiblemente respetando sus propias reglas. “El saber
científico sobre el cual se apoya este texto para situar la condición humana no
sólo es provisional, sino que deja al descubierto profundos misterios
concernientes al universo, la vida, el nacimiento del ser humano. Aquí se abre
una discusión en la cual intervienen las opciones filosóficas y las creencias
religiosas a través de culturas y civilizaciones”.2 Lo anterior permitirá
adaptarlo con sus respectivos ajustes a cualquier cultura e identidad,
incluyendo la nuestra.
En el texto original de Edgar Morin (1999), se tratan
los siete saberes por capítulo extensamente, por lo que en esta reflexión se presenta
un brevísimo comentario de cada uno, basada en la traducción de los expertos.
1.
Las cegueras del conocimiento: el error y la
ilusión
Edgar Morin, establece la necesidad de implantar y
desarrollar en el sistema educativo, el estudio de las características
cerebrales, mentales, culturales del conocimiento humano, sus procesos y
modalidades de aprendizaje, de la disposición de los estudiantes tanto
psíquicas, como físicas, y culturales que lo ponen en riesgo.
Considera que
educamos notoriamente “comunicando” los
conocimientos, sin conocer a nuestro estudiante, sin considerar sus
capacidades, sus habilidades y dificultades o imperfecciones, y una total
incompetencia de comprender su propensión tanto al error como a la ilusión.
Asimismo argumenta
que el conocimiento no puede ser considerado como una herramienta que se puede
utilizar sin examinar su naturaleza; el conocimiento del conocimiento debe ser
una necesidad primaria para preparar al estudiante a enfrentar los riesgos de
error e ilusión. …“Se trata de armar cada mente en el combate
vital para la lucidez” (Morán:1999). Entendiendo esto como la
preparación de cada estudiante para que obtenga y adquiera un aprendizaje
efectivo, lúcido y para toda la vida.
2.
Los principios de un conocimiento pertinente
Morin, enfatiza un
problema severo que se ha ignorado por demasiado tiempo, el cual es, la
necesidad deoriginar y promover un conocimiento que aborde los problemas
globales, y una vez comprendidos y fundamentados extender en él
los conocimientos regionales y locales.
Cuando el estudiante -independientemente de la
disciplina a la que pertenezca-recibe un conocimiento fragmentado, éste queda
incompleto por obvias razones, pero peor aún, en la mayoría de las veces
perturba o se ciega el enlace entre las partes y la totalidad. Entonces, es
primordial dar lugar a un conocimiento que sea capaz de captarlo para aplicarse
a sus contextos.
Luego entonces, -insiste el autor- es preciso
desarrollar la aptitud natural de la mente de nuestros estudiantes, a fin de
orientar todas sus informaciones en un contexto y un conjunto, que conozca para
que le sirve el conocimiento y estar cierto donde y cuando aplicarlo. Como
docentes tenemos el compromiso de enseñarles métodos que les auxilien a
percibir las relaciones e influencias bilaterales entre las partes y el todo en
nuestro mundo actual tan complejo y globalizado.
3.
Enseñar la condición humana
El autor, está convencido que en la educación se debe
incluir necesariamente el conocimiento de la condición humana de los
estudiantes; el ser humano es un sujeto biológico, físico, psíquico, social,
cultural e histórico, entes únicos e individuales, -de ahí el término
individuo- y es precisamente por esta complejidad de la naturaleza humana, que
no puede estar desintegrado de la enseñanza.
Con este saber, con el hecho de reconocer la unidad y
complejidad humana, será posible que a partir de las diferentes disciplinas, se
congreguen y organicen los conocimientos de cualquier ciencia, -antes
dispersos-. Esto es, en la medida que se tome conciencia de la identidad propia
y lo compleja que es, en esa mesura se aclarará la identidad común de todos los
otros humanos con los que convive y comparte el conocimiento, así mismo, se
comprenderá fundamentalmente la ciencia.
4.
Enseñar la identidad terrestre
¿Por qué razón se ignora el destino de nuestro
planeta? Nuestros estudiantes ya obtuvieron un aprendizaje de su mundo, tienen
antecedentes históricos. Desgraciadamente por no conectar con la liga del
conocimiento de la condición humana, se presenta un divorcio y por ende la
falta de la responsabilidad compartida.
En pleno siglo XXI, con los avances científicos y
tecnológicos que se han tenido y en lo sucesivo lo que está por venir con los
desarrollos de la era planetaria, resulta indispensable tener como objetivo una
identidad terrestre y mantenerla todos los seres humanos concientes. Se debe
volver uno de los principales objetivos de la enseñanza, aún cuando es un tema
complejo, ya que se confrontan los problemas de vida y muerte, pues como seres
planetarios tenemos en común la misma comunidad de destino.
Haciendo historia,
la humanidad desde que se pudo comunicar se volvió solidaria entre todas las
partes del mundo, ayudándose mutuamente y mostrando los problemas de guerras,
opresión y dominación, de conflictos por intereses económicos, fanatismos, en
fin, en todos los tiempos se han vivido “crisis” que
han desequilibrado a las naciones, pero que no por ello han desaparecido.
Entonces, no podemos ser autónomos del mundo que compartimos, incluso nuestra
actitud deberá ser cooperativa y responsable.
5.
Afrontar las incertidumbres
Durante toda la vida, tal vez en innumerables momentos
y ante infinidad de situaciones hemos sentido esa sensación de incertidumbre.
Lo inesperado, lo incierto, nos hace sentir inseguridad, vulnerabilidad, nos
encontramos en un estado de desequilibrio e inestabilidad.
Ante esto, ¿por qué no enseñar principios de
estrategias que permitan afrontar los riesgos?, que estemos preparados para
enfrentar lo inesperado y modificar su desarrollo con base en las informaciones
previamente adquiridas y planeadas. Tener en mente varias alternativas de
solución a los problemas, procurando cada vez más el tener certeza, a fin de
agotar la incertidumbre. Con el avance de la ciencia se han adquirido muchas certezas,
pero igualmente revelan una gran cantidad de incertidumbres. Siempre habrá en
nuestro mundo algo que resolver, se descubre algo y nace algo nuevo,
desconocido para la ciencia y eso crea nuevas incertidumbres… ¿Por qué no
incluir una enseñanza de las incertidumbres? Agregar a la educación temas de
ciencias y temas donde se conozcan y generen incertidumbres para aprender a
vislumbrar una gran variedad de alternativas o de posibilidades de solución,
con la finalidad de preparar nuestras mentes y enfrentar lo inesperado.
El tiempo de las predicciones ya pasó, las situaciones
inesperadas se viven diariamente en todos los países, por ende, no nos podemos
quedar plantados a que los demás resuelvan las problemáticas, tenemos que
incitar a nuestros estudiantes para que se preparen y afronten lo inesperado,
de lo contrario, estarán condenados al rezago que provoca la inseguridad y la
inestabilidad. Como docentes estamos obligados a estar a la vanguardia con la
incertidumbre de nuestros tiempos.
6.
Enseñar la comprensión
Vale la pena en este punto reflexionar por qué razón
en pleno S. XXI, se tienen muestras de desprecio, racismo y xenofobia. ¿Dónde
queda la comprensión en nuestros tiempos? Siendo esta un medio y un fin de la
comunicación humana, y siendo el principio de las relaciones humanas, sigue
estando ausente en la enseñanza. Incluso mundialmente existen ejemplos
radicales de incomprensión humana, el continente africano sigue viviendo en
condiciones infrahumanas ante los ojos del mundo. ¿Por qué? ¿Dónde está la
comprensión mutua?
El autor estima que para el desarrollo de la
comprensión es necesaria una reforma de mentalidades, y asegura, que esta
reforma debe ser obra para la educación del futuro -ya presente y urgente- en
todos los niveles educativos del sistema y en todas las edades. Para salir de
este estado de barbarie e incomprensión, es vital la comprensión mutua entre
los humanos tanto cercanos como lejanos.
Asimismo, considera la necesidad de estudiar la
incomprensión, sus raíces, modalidades y efectos, porque los resultados se
dirigirán a las causas y no a los síntomas. Al mismo tiempo constituirán las
bases para asegurar una educación orientada hacia la paz.
7.
La ética del género humano
Antiguamente se
entendía la ética como el estudio de la moral, y entendíamos que como
individuos se convive en una sociedad. Ahora la ética se analiza desde el punto
de vista del individuo que tiene relación en un espacio, en el cual se requiere
de un control mutuo de la sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad,
-la democracia-. El autor considera que la enseñanza en este punto debe
conducir a una “antropo-ética” mirando la
trilogía de la condición humana y que consiste en ser a la vez individuo-sociedad-especie, y ello implica la inclusión
de la ciudadanía terrestre.
La ética debe formarse en las mentes a partir de la
conciencia que el ser humano es a la vez individuo, que forma parte de una
sociedad y que es una especie mas del mundo terrestre, es una triple realidad
de la cual no se puede escapar en la actualidad tan compleja. Compleja porque
aparte del desarrollo humano se debe incluir el desarrollo conjunto de las
autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y de la conciencia
de pertenecer a la especie humana.
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